Descripción
La máscara Kuba de la República democrática del Congo se denomina de casco, puesto que se coloca cubriendo la cabeza. Se elabora principalmente con madera y es adornada con fibras vegetales, conchas, caracolas y cuentas de cauri.
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Los Kuba viven en la región del Bajo Kasai del centro de Zaire en un entorno rico de densos bosques y sabanas. La agricultura es la ocupación principal, complementada con la caza, la pesca y el comercio.
Cuenta la tradición que un espíritu llamado Mwaash a Mbooy solía aterrorizar a los Kuba. El rey pidió que se hicieran máscaras semejantes a este espíritu. Las máscaras Mukyeen o Mwaash a Mbooy, custodian la conducta de la población y ponen su fuerza a disposición de la justicia.
La máscara Kuba Bushoong Moshambwooy tiene variantes entre los Ngoongo, otra subetnia dentro de la etnia Kuba, donde se las conoce como Mukyeem o máscaras mukenga.
Los cerca de 200.000 individuos Kuba se organizan en más de 18 pueblos estructurados de forma federada bajo la figura de un rey. Comparten economía, en diversos grados, una cultura y unas tradiciones comunes.
El nombre "Kuba" proviene del pueblo Luba. Los Kuba se llaman a sí mismos "los hijos de Woot", su antepasado fundador. Se reconoce al creador, Mfcoom, pero se tiene mayor a consideración a Woot, quien lidera la migración Kuba "río arriba" y establece la descendencia matrilineal, la iniciación masculina y la realeza.
Las cerca de 200.000 individuos Kuba se estructuran de forma federada entre sus más de 18 pueblos bajo la figura del rey. Comparten economía, en diversos grados, una cultura y unas tradiciones comunes. Elogiado como "Dios en la tierra", el rey es un gobernante divino que controla la fertilidad y se comunica con el creador. La corte real es un complejo jerárquico de consejos y funcionariado que asesoran al rey y equilibran su poder. El pueblo Kuba valora el trabajo duro y los logros. Aunque la posición de nacimiento puede asegurar una ventaja, no es vinculante.
Los espíritus de la naturaleza locales, atendidos por sacerdotes y sacerdotisas, participan activamente en la vida de las personas, especialmente en cuestiones de fertilidad, salud y caza. Los Kuba no tienen culto a los antepasados, pero creen en la reencarnación.
El estilo Kuba muestra un patrón geométrico que se emplea para embellecer las superficies de muchos objetos. Sus diseños se tejen en textiles y esteras de rafia, se trenzan, se decoran con conchas y abalorios y se insieren en tazas, cajas, pipas, bastones y, por supuesto, en máscaras.
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