Descripción

Si protegemos el pan con telas naturales ecológicas teñidas con tintes naturales extraídos de vegetales podremos ayudar a que el pan no envejezca, no pierda sabor y no se seque tan rápidamente.

De aquí surge el proyecto Burulan, que quiere devolver la bolsa del pan a nuestro día a día.

Para poder elaborar un Burulan, se debe hacer un largo camino. Tenemos que ir a Malí, en África Occidental, donde hay una tradición textil que se remonta a más de mil años, y donde tejer tiene significados rituales y mitológicos. El algodón africano es 100% alimentado por la lluvia, su cultivo no es contaminante porque el algodón crece en su entorno natural y la recolección manual conserva todas las cualidades intrínsecas de la fibra preservando así la biodiversidad del medio ambiente.

El algodón que conforma esta bolsa del pan se ha tejido en País Dogon. Allí, los tejedores pedalean en sus telares rodeados por fajas de algodón de 15 cm de ancho que se enrollan y acumulan en rollos.

Del País Dogon viajamos a Segou, donde se han teñido las telas con tintes vegetales de plantas medicinales que dan al tejido no sólo unos bellos tonos, sino también propiedades curativas. El proceso del tinte es largo, porque primero se han de obtener los colores de las diferentes hojas de las plantas, que previamente han secado al sol para ser hervidas más tarde o puestas en remojo.

De Segou, las telas viajan a Sabadell, donde con mucho cariño se ha creado una bolsa para llevar el pan intentando respetar al máximo este tejido artesano, de hecho, el concepto de la bolsa pone en valor el ancho de la tela original, que puede ir de los 12 a los 15 cm de ancho, haciendo que este tamaño configure el diseño de la bolsa, y su cosido siga el ejemplo maliense del cosido del bogolan, tejido tradicional de Malí.

El nombre de la bolsa está formado por dos palabras Bambara: “Burú”, que significa pan y “Lan”, que significa hacer.

Si has conseguido tener un Burulan en tus manos, deseo que el producto te transmita todo lo que las manos que lo han trabajado han sentido mientras lo hacían, quien ha plantado las semillas del algodón, quien lo ha cosechado, quien la ha cardado, hilado, tejido, teñido y cosido. Esperemos que todo el amor que le hemos puesto sirva para guardar el buen pan de cada día.

Puedes seguir el proyecto en nuestro Instagram @burulan_bogolan.